viernes, 26 de diciembre de 2008

EL VIGILANTE ... CUENTO VIEJO (1,999)

Buceando en mi correo, encontrè este cuento tambien.


.................................EL VIGILANTE.........................................

Para tener 20 años ya era un tipo curtido de golpes y
sufrimientos: Me sentía una inmensa piedra tallada ,
algo así como una estatua monòlitica clavada en alguna isla
por algún indigena que de seguro
intentaba cortar un pedazo de eternidad con una navaja
de piedra. Aquel día me desperté a las cuatro de
la madrugada. Era el primer dia que empezaba a
trabajar como vigilante particular. El trabajo era de
doce horas.Siete días seguidos como esclavo al
siguiente descansabas. Al salir de mi casa como a las
cinco de la madrugada aun estaba oscuro en el
ditrito de La Perla y al llegar a la avenida La Paz
los carros pasaban con una velocidad un poco mayor que la
normal, tocando sus bocinas ensordecedoras y emitiendo
esas dos luces naranjas que desafiaban a la oscuridad
agonizante. Tenìa que caminar diez cuadras para tomar
el micro que me llevaría a mi destino. A las seis de
la mañana ya estaba formando en el cuartel con otros
doscientos tipos vestidos como yo. Usaba borseguies de
parachute, el uniforme  color marrón quel me
quedaba grande, un gorrito con el logo de la
empresa(un rinoceronte) , insignias, una plaqueta. La
cabeza me la habían rapado. Me sentí como extraído de
un cuadro de Max Ernst. El primer día la móvil me dejo
en una horrible zona industrial de Até. Mi lugar era
estar en el centro de un patio sin silla, sin sombra,
la temperatura promedio era de 31 grados y la humedad
llegaba a 97% ,ese romance sol- humedad era fulminante.
Bueno eso lo sabía porque había llevado cursos de
Meteorología en la universidad y estaba al tanto del
clima y todas esas putas cosas. Y yo maldecía el sol , el rostro me
incendiaba, el chaleco antibalas lo sentía
 derretir en el pecho, la espalda me sudaba, la sentía sancochada. Y
mis pies creo que pisaban carbones. Cargaba una
retrocarga de 4 kilos que alas 11 dela mañana la
sentía de 40. A las 12 tenía media hora de refrigerio.
Y otra vez el sol , el maldito sol, 14, 15, 16, 17,
18,19, horas si asaltaban no estaba dispuesto a jalar
el gatillo. Y envidiaba la libertad de los niños para
abandonar las cosa y tirarse al suelo arrastrándose ,
pero... 
A las 8 de la noche llegaba la móvil y nos
llevaba al cuartel donde me bañaba con mis demás
compañeros, luego alistaba mis cosas y embalaba hacía
mi casa . Corría 10 cuadras , con mi mochila en la
espalda. En alguna tienda compraba alguna gaseosa y un
cigarro. LLegaba a mi casa a las 9 de la noche ,
lavaba mi uniforme y  mas tarde cenaba. me encerraba en el cuarto
escucha algo de King Diamond me
 recostaba en mi
 sofá y
juraba que mañana no regresaría a ese martirio. Pero
en el fondo sabía que mañana sería otro día igual.
Hasta dormirme.
 Riiiiiingggggg 04 de la mañana 

2 comentarios:

Jimmy dijo...

Le hubieras disparado a los niños. Medio asfixiante.

fanaticodemetal dijo...

tienes razòn muy asfixiante, sin embargo llego un tiempo que me encantaba este tipo de chamba.